Punto al Arte: Martini Simone
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Simone Martini (1284-1344)


Gótico internacional

Martini, Simone (Siena, 1284-Aviñon, 1344) Pintor italiano. Fue uno de los artistas más destacados de la escuela sienesa del s. XIV. Su primera obra conocida es la Virgen entronizada (1315), gran fresco del Palacio Público de Siena, que el mismo restauró en 1322. Fue llamado a la corte de Nápoles, donde realizó el frontal de la imagen de San Luis de Tolosa coronando a Roberto de Anjou (1317). En 1319 pasó a Pisa, donde pintó, entre otras obras hoy perdidas, un políptico para la iglesia de Santa Catalina y otro para la catedral de Orvieto. Sobre 1324 pinto en Asís el ciclo de frescos de San Francisco, en los que se hallan concomitancias con la pintura gótica francesa, y en 1328 otro fresco, el de Guidoriccio dei Fogliani, héroe de Siena, en el Palacio Publico, una de sus obras más importantes. En 1333 firmo, juntamente con Lippo Memmi, la famosa Anunciación para la catedral de Siena (hoy en los Uffizi), y en 1339 partió para Aviñón para ya no regresar a Italia; allí se hizo amigo de Petrarca y estableció con un grupo de pintores una floreciente escuela. Sin embargo, de esta época solo se han conservado la tabla, de 1342, Cristo saliendo del templo (Galería Walker de Liverpool) y un políptico desmembrado (Berlín y Louvre), que contrastan, por su carga emocional, con el delicado lirismo de sus primeras obras. Maestro de la técnica, destaca su preocupación por el arabesco, su gusto por los rasgos orientales (ojos y manos) y por un sabio reparto de las masas sobre el fondo dorado.

Poco se conoce de la personalidad de Simone Martini. Vasari, que brevemente escribió su vida con la de otros pintores toscanos, no muestra mucho entusiasmo por el pintor de Siena; las pocas noticias que da son en su mayor parte inexactas.

La primera obra que se reconoce de él está en su propia patria, Siena. Acababa de terminarse el Palacio comunal, testimonio de la grandeza de la ciudad, en los primeros años del siglo XIV. Su magnífica fachada ocupa todavía uno de los lados de la gran plaza; su torre prismática, esbelta, de más de 100 metros, se eleva dominando todo el valle, más alta aún que la torre de la ciudad rival, Florencia, pero muy parecida a ella, sin embargo, en sus líneas generales.

Dentro del edificio, en la sala del Consejo de los Ancianos, Simone Martini realizó el encargo de pintar la imagen de la Virgen, reina de la ciudad, para que presidiera las deliberaciones, ella, que era la salvación de Siena. Está rodeada de los santos patronos, los mismos que acompañan a la Madona en el altar de Duccio, en la catedral, y tiene a sus pies varios ángeles arrodillados que le ofrecen vasos de cristal llenos de rosas.

Virgen y el Niño rodeados de santos de Simone Martini. Detalle del mural de la Sala del Consejo del Palacio Comunal de Siena. Se trata en realidad de los mismos santos patronos que acompañan a la Madona de La Maestà de la catedral, concluida cuatro años antes por Duccio; sin embargo, resulta difícil descubrir en ello huellas de Bizancio. Igual podría decirse de la Virgen, delicada dama sienesa con corona real y trono gótico, detalles que revelan la conocida preferencia de Simone Martini por el arte francés. 

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