Punto al Arte: Canaletto
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Canaletto (1697-1768)

 


Giovanni Antonio Canal, il Canaletto (Venecia, 28 de de octubre de 1697 - 19 de de abril de 1768) fue un pintor italiano, famoso por sus paisajes urbanos de Venecia dentro del nuevo género de la veduta. Hijo del pintor Bernardo Canal, tomó el nombre de Canaletto para distinguirse de él; su sobrino Bernardo Bellotto usó ocasionalmente el mismo seudónimo de Canaletto en su propia carrera.

Biografía

Canaletto nace en Venecia, República de Venecia en el seno de una familia formada por Bernardo y Artemisia Barbieri. En 1716 a la edad de 19 años comienza a trabajar como aprendiz de su padre junto con su hermano. El padre, Bernardo trabajaba como escenógrafo teatral en las que pintaba amplios decorados para las representaciones.​ Bajo ésta temprana influencia, el artista empieza a familiarizarse con grandes paisajes urbanos a la vez que empieza a estudiar con Luca Carlevarijs, pintor de escenas callejeras5​ y también es influenciado por otro pintor Marco Ricci.

Tres años después de empezar a trabajar con su padre, en 1719, Canaletto se desplaza junto a Bernardo Canal a Roma para pintar durante un año las decoraciones de las óperas de Scarlatti.​ Este viaje va a resultar crucial en su vida puesto que en este viaje conoce la obra de Giovanni Paolo Pannini un gran pintor de la época, seguidor de la corriente vedutista,​ especializado en grandes paisajes y ruinas clásicas. Durante la estancia en Roma se relaciona con diferentes paisajistas y comienza a pintar escenas urbanas.

Finalizado el trabajo en Roma, regresa a Venecia en 1720 y se registra en el gremio de pintores de Venecia al que pertenecerá hasta 1767.​ En este momento la técnica pictórica de Canaletto se centra en fuertes contrastes de luz, así como en una técnica directa sin el uso de bocetos previos preparatorios del cuadro final.8​ Su técnica también comprende el acabado del trabajo in situ y no dentro del estudio como era costumbre en aquella época, usando la cámara oscura para el encuadre de los paisajes, así como una pincelada gruesa que otorga al cuadro una sensación de humedad.

Sus primeras obras datan de la década de 1720 a 1730. En 1723 aparece su primer trabajo fechado y firmado que hoy en día se conoce,​ «Capriccio Arquitéctónico» (1723, Milán, colección particular), Capriccio Arquitéctónico, recibiendo así sus primeros encargos de Stefano Conti y del príncipe de Liechtenstein. En esa época comienza a entablar amistad con el que será su mayor cliente, mecenas y embajador de su obra, Joseph Smith, cónsul inglés en la república de Venecia.​ Los trabajos de esta época están considerados por muchos como los mejores como The Stonemason's Yard (1729, Londres, National Gallery).

Entre los años 1740 y 1741 realiza un viaje por el río Brenta durante el que crea numerosas pinturas. En la década de 1740 comienza a variar su técnica y comienza a usar una pincelada suelta e imprecisa. Sus colores dejan de ser oscuros y comienza con el uso de la luz, los dorados, rojos y demás colores vivos que dotan al cuadro de gran luminosidad

Época inglesa

En 1746 Canaletto se traslada a Inglaterra para trabajar en ese país hasta su regreso a Venecia en 1755. Su traslado a Inglaterra se había visto forzado en parte por la guerra de sucesión austriaca que hizo que los visitantes ingleses, principales clientes de Canaletto que adquirían sus cuadros como recuerdos dentro del denominado Grand Tour, no visitasen Venecia.

Etapa final de su vida

Tras regresar a Venecia en 1756, se le nombra miembro de la academia veneciana de pintura y escultura en 1763. La técnica de sus últimos años se caracteriza por un estilo nada elaborado, superficial y por la repetición de paisajes de forma sistemática.8​ Sus restos descansan en Venecia.


Obras comentadas


Más obras
Rio dei Mendicanti, 1724

Entrada al Gran Canal mirando hacia el este, 1725

La plaza de San Marcos de Canaletto


Canaletto realizó varias pinturas con la imagen de La plaza de San Marcos (Piazza San Marco), de Venecia, hoy una de ellas se conserva en la National Gallery de Londres.

Giovanni Antonio Canal, más conocido como Canaletto, se convirtió en el mayor especialista de las vedute, vistas de la ciudad, una forma de pintar relativamente nueva y rara para la época. Será quien mejor plasme la Venecia grandiosa y monumental del siglo XVIII.

Sus vistas se convertirán en imágenes para el recuerdo de espectadores que visitaban una ciudad de ensueño. Con sus innumerables vistas urbanas satisfacía el mercado turístico, aunque su mirada no sólo se dirigió a la Venecia más turística, sino a otros lugares, zonas donde difícilmente podían adentrarse los viajeros que acudían a la ciudad. Sus principales clientes eran básicamente los aristócratas ingleses, para quienes sus cuadros eran magníficos souvenirs de la ciudad de los canales.

Para la realización de sus pinturas, se valió de su conocimiento del mundo de la escenografía, pues empezó desde muy joven como diseñador de teatro con su padre. Estos estudios le permitieron recrear unos verdaderos escenarios teatrales al aire libre, valiéndose a su vez del dominio de la perspectiva. Las plazas que contemplamos en sus obras parecen ser un escenario en que tiene lugar la acción. El ámbito de la plaza nos hace pensar en un gran teatro donde suceden multitud de acontecimientos, donde tienen cabida todas las figuras y construcciones posibles.

El pintor veneciano llena de realismo sus trabajos. Todos los detalles, ya sean motivos arquitectónicos o los mismos edificios, son traspasados, sin ningún tipo de invención al lienzo, siendo reconocibles a la primera mirada.


A través de las diferentes vistas de la plaza más importante de Venecia, se observa a un artista interesado más por los aspectos cotidianos, el estado de ánimo de la ciudad, su luz y atmósfera, aspectos que supo expresar con gran elegancia.

Son vistas reales, panoramas, en las que la unidad de lo diverso se consigue mediante perspectivas amplias y la utilización de juegos lumínicos por medio de fuertes contrastes de luz y sombra.

Es cierto que en el siglo xv Bellini, había pintado el mismo lugar, pero al contrario que Canaletto no trataba de glorificar a la ciudad, sino el acontecimiento sagrado que en ella se desarrollaba, esto es al Milagro de la Cruz. Anteriormente otros artistas habían pintado la misma escena, pero en estos casos no se puede hablar de una voluntad especial por retratar rincones de la ciudad y a sus habitantes, son más alusiones, que vistas de la propia ciudad.

El género de las vistas urbanas alcanzó con el maestro un gran desarrollo y popularidad, aunque ya se había iniciado en el siglo XVII, concretamente Heinz, fue el primero de los pintores de vistas. De igual forma, las obras del pintor nórdico Caspar Adriansz Van Wittel, más conocido en su momento como Vanvitelli, constituyen un precedente importante.

El magnífico efecto escénico de la vista de la plaza hacia el este, con un cuidadoso estudio de la perspectiva y detallismo, puede observarse en el óleo sobre lienzo, de 56,4 X 38 cm de la National Gallery de Londres fechado en el 1760.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Vista de Santa Maria della Salute desde la entrada del Gran Canal de Canaletto

 

El siglo XVIII descubrió la poesía de las ciudades y desarrolló una afición casi masiva por los viajes que tan sólo las clases pudientes podían permitirse. La meta preferida era Venecia, reputada en aquel tiempo como isla europea de la felicidad. En esta vista de la iglesia de Santa Maria del/a Salute logró aunar la fidelidad topográfica con la representación de la atmósfera viva de la ciudad. Valiéndose de la técnica protofotográfica de la cámara oscura para el encuadre de las perspectivas, confería además una intensa luminosidad de influencia flamenca que se complementaba perfectamente con la sensación de perpetua humedad que sugieren sus cuadros.

(Musée du Louvre, París).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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