Punto al Arte: 08 El arte tras la postmodernidad
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El protagonismo de la fotografía

Parece que finalmente la fotografía ha dejado de ser la hermana pequeña de la pintura, y puede servir de muestra de tal afirmación el auge actual de las exposiciones de esta disciplina, así como su cotización en alza. No obstante, aún se usa con diferentes fines: muchos la han empleado para tener un testimonio de sus esculturas, instalaciones o performances si bien otros la han alternado como otro arte más que cultivar.

Quizás esta diversidad obedezca al hecho de que, definitivamente, la fotografía ha entrado en la era de la imagen digital, de forma que sus anteriores limitaciones óptico-químicas han sido desplazadas. Las nuevas cámaras digitales posibilitan que un mayor número de personas puedan tener un fácil acceso a una mejor captura y posterior tratamiento de sus fotos, perfeccionándolas y personalizándolas; lo que conlleva que el carácter de instantánea tradicional con que solía vincularse este lenguaje vaya perdiendo fuerza. Y esto se puede aplicar a cualquier nivel -amateur, profesional, etc.


Escultura de Andrés Serrano. Artista neoyorquino de origen cubano, controvertido y provocador, esta obra forma parte de su Christian Art Collection, que en su momento levantó feroces críticas por la forma de enfocar temas religiosos, pero que, al mismo tiempo, le proporcionó fama internacional. 


Sin título o Autorretrato de Marilyn Monroe de Cindy Sherman (Museo de Bellas Artes, Houston). Obra de 1982, que forma parte de su serie fotográfica Untitled Film Stills. Su obra es un corpus de representaciones, en las que el yo se ve como otro, desde fuera, como seres extraños a si mismos. 



Por consiguiente, en la fotografía actual los límites entre la baja y la alta cultura son progresivamente más costosos de ver; tendencia en ocasiones respaldada incluso por los propios fotógrafos, quienes mezclan lenguajes y recursos propios de la publicidad, la moda, el cine y del mundo del videoclip o del cómic. Es curioso, pero muchos de estos fotógrafos conciben sus obras en serie, a veces con cierta narratividad.

Finalmente, podemos agrupar los temas más típicos en tres bloques. Por una parte, temas metalingüísticos (naturaleza del lenguaje fotográfico o de representación); realidad actual, tratando un amplio espectro que va desde el mundo de la política, problemas sociales, ecología, etc. En última instancia, el que enlaza con cuestiones de género, identidad y apariencia, sobre todo con los nuevos modelos de sexualidad que, gracias a la tolerancia de estos tiempos, permite ser abordado con una mayor libertad.

Trixie en el catre de Nan Goldin. Esta fotógrafa estadounidense ha registrado con una crudeza brutal los mundos de la droga, los homosexuales y el SIDA (1980). 


lnsomnia de Jeff Wall (Kunsthalle, Hamburgo). El autor de esta obra, de 1994, es uno de los fotógrafos más inquietantes e influyentes del panorama artístico actual, producto de su amplio conocimiento de la historia del arte y de los fundamentos que la sustentan. En sus obras hay una preparación minuciosa de los escenarios y los actores, y las temáticas tratan de representar la sordidez y dureza de los ambientes urbanos, con un claro objetivo de denunciar la marginación, el racismo y la pobreza. 

Estados Unidos sigue siendo el país que proporciona más nombres. Entre ellos, sin duda Cindy Sherman es la figura más destacada, considerada como uno de los principales creadores del arte actual. Suele trabajar por series, como su magistral Untitled Film Stills (1977 -1980). Su producción de los últimos años ha ido acentuando sus rasgos más macabros y oscuros. En su obra acostumbra a aparecer una única figura -ella misma-, en diferentes caracterizaciones: personajes de las pinturas clásicas -en una postura claramente postmoderna-, sobre los estereotipos femeninos que todavía hoy perviven ...

Otros fotógrafos destacados son la neoconceptual Sherry Levine y Andrés Serrano, quien, en obras como Piss Christ (1987) consigue el objetivo de no dejar a nadie indiferente, utilizando de forma delicada sus fluidos corporales. Por otra parte, hallamos a Nan Goldin, cuya The Ballad of Sexual Dependency (1987) la ha proyectado a la fama, por retratar con sinceridad y cruda calidez todo un mundo marginal. John Coplans intenta desde 1984 ahondar en la representación de su propio cuerpo en su serie de Autorretratos. Joel-Peter Witkin, cuyas imágenes surreales y barrocas se recrean en temas macabros. Finalmente, Katherine Opie, principal referente para muchas fotógrafas lesbianas militantes; y David LaChapelle, quien de joven colaboró con Warhol y cuya producción oscila hoy en día entre el mundo de los famosos y la estética gay. De Canadá ha sobresalido sobre todo Jeff Wall.

In the name of the father de Damien Hirst, exhibición de 2006, Ciudad de México. Miembro y propulsor de los Young British Artists (YBAs), su polémica obra le ha situado a la cabeza de la escena mundial del arte contemporáneo. Entre sus temas preferidos figuran la exhibición de animales, a veces troceados, como se ve en esta instalación, centrada en una oveja crucificada y suspendida sobre formaldehído.


Something more 1 de Tracey Moffatt (Galería de Arte de Nueva Gales del Sur, Sydney). Obra de 1989 que forma parte de la serie de este nombre. La fotógrafa y cineasta australiana se apoya en el cine, la televisión y los videos para realizar sus creaciones, que la han colocado entre las artistas más importantes de su país. 

De Australia, la artista fotógrafa más destacada es Tracey Moffatt autora de series como Laudanum o Something more, donde plantea la situación de los aborígenes, con referentes cinematográficos y pictóricos, de forma melodramática y artificiosa.

El caso británico es particular, porque se ha de estudiar bajo el fenómeno de los YBAs (Young British Artists), también conocido como Britart, grupo de artistas reunidos en 1988 en tomo a la figura de Damien Hirst. Entre los fotógrafos, llaman la atención Tacita Dean, Gillian Wearing, Sarah Lucas o Sam Taylor-Wood, centrada esta última en el tema de la incomunicación o de la referencialidad a la historia del arte en sus fotografías de formato panorámico, como en Soliloquy I.

Andreas Gursky es quizás el principal fotógrafo de la llamada Nueva Escuela de Fotografía Alemana, influenciada por la tradición documental de su país, e interesado en mostrar la dialéctica individuo-civilización. Thomas Ruff es otro nombre a realzar.

Sacha and Mum de Gillian Wearing. También pertenece al fenómeno de los YBAs. La autora tiene un gran interés por encontrar a través del arte nuevas ideas sobre las personas, y en ese proceso, descubrir más sobre si misma. Estuvo influenciada por los documentales británicos de la década de 1970 y muchos de sus trabajos, como Sacha and Mum de 1997, poseen esa intención de descubrir nuevos detalles sobre el individuo y su comportamiento. 


The roaring forties: seven boards in seven days de Tacita Dean (Tate Modern, Londres). El autor pertenece al fenómeno de los YBAs, que alrededor de la figura de Damien Hirst, va desarrollando sus creaciones. Y aunque comenzó su obra como pintor, ahora trabaja con una variedad de medios. Su temática está entre la realidad y la ficción, en la evasión; es una búsqueda de algo que existe tanto en la imaginación como en la realidad. 

La Fotografía Buffa fue un fenómeno que vivió su máximo apogeo a mediados de la década de 1980 en los Países Bajos, por una serie de creadores -Rommert Boonstra, Teun Hocks- que escenificaban sus fotografías previamente a ser capturadas. Con todo -y sin ninguna relación con lo anterior-, el nombre más relevante es el de Rineke Dijkstra, cuya sutil austeridad no le impide ser una magnífica analista de la adolescencia actual.

Los nombres más alabados en el panorama francés son los de Sophie Calle, cuya obra se cuestiona los temas de la intimidad y de lo cotidiano como algo apasionante, sobre lo público y lo privado de los desconocidos, mezclando texto e imagen; y el tándem Pierre & Gilles, cuya estética abiertamente gay, basada en colores brillantes y purpurina, no hace más que abanderar de una forma desenfadada el kitsch como forma de estilo, lo que les ha permitido gozar de cierta popularidad.

Targets de Sophie Calle. Esta autora francesa se caracteriza por exponer fotografías de gran tamaño que van relacionando pequeños episodios de su vida cotidiana, convirtiéndolos en obras de arte. En ella el público juega un papel importante, pues la autora sortea los límites de la intimidad, de la identidad, convirtiendo al espectador en un auténtico voyeaur. Así, sus trabajos se centran en la naturaleza del deseo y en el juego del artista y el que observa.


Beercan penis de Sarah Lucas. Integrante del fenómeno de los YBAs, desarrolla su trabajo por medio de diferentes materiales. Tanto la fotografía, como las esculturas o las instalaciones le sirven para cuestionar los estereotipos sexuales y morales y sus representaciones, como lo plasma en esta obra de 2001. Su feminismo extremo le hace heredera de las Guerrilla girls, grupo de artistas que comenzaron su andadura en 1985 como respuesta a la discriminación de la mujer en el arte

De la península Ibérica, la portuguesa Helena Almeida plantea interesantes cuestiones en tomo a la representación, mezclando fotografía en blanco y negro con manchas cromáticas de pintura, mientras que de los españoles podemos mencionar a Ouka Leele, principal referente de la "movida" madrileña, con sus fotografías pintadas; Toni Catany, con sus diferentes series sobre naturalezas muertas, retratos y desnudos masculinos, bajo un estilo poético, gracias a un tratamiento fotográfico personal de viejas técnicas; Cherna Madoz, o cómo realizar una fotografía inteligente y bella, que sigue la senda metalingüística abierta por René Magritte; Caries Congost y su interés por el mundo de la cultura popular y de las relaciones personales en el primer mundo; Joan Fontcuberta y sus visiones nocturnas; y otros más, como Miguel Río Branco, García-Alix, etc.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Últimas tendencias en pintura

La pintura del momento actual está irremediablemente sujeta a marismas interpretativas. Todo parece indicar que las vertientes hermenéuticas traicionales, empleadas hasta mediados del siglo pasado, han perdido validez. Las reglas constrictivas parecen haber dejado de existir gracias a los embates de la postmodernidad, momento que constituyó un verdadero revulsivo para la cultura y las manifestaciones artísticas.

El arte de después de la postmodernidad tiene en cuenta los conceptos ideológicos planteados por los pensadores del último tercio de siglo XX, aunque también contiene postulados anteriores, entre los que podríamos destacar a Ortega y Gasset y sus teorías relacionadas con la deshumanización del arte. Sin embargo, en los estados en cuyo gobierno se habían erigido regímenes políticos limitantes, la reflexión crítica estuvo durante largo tiempo latente, haciéndose patente desde mediados de la década de 1990, con las nuevas libertades adquiridas. Entre éstos cabe señalar los países del este de Europa, América Latina o Asia. A pesar de todo, la globalización del planeta ha tardado en contagiar a la práctica totalidad del mundo artístico, como se demostró en la exposición Magiciens de la Terre, organizada por el Centro Georges Pompidou, en 1989; así como en la Documenta IX de Kassel, en 1991.

Pájaro de Ross Bleckner (Galería Soledad Lorenzo, Madrid). Óleo sobre lienzo realizado en 1993-1994. 


La Sciara de Philip Taaffe (Kunsthalle, Hamburgo). Este artista es uno de los pintores más singulares de la década de 1980. La obra de Taaffe se plantea como un viaje emocional y mental a través de una serie de símbolos que permiten interpretar la realidad de múltiples maneras. Sus pinturas son el fruto de un mestizaje cultural, ya que en ellas incorpora elementos de las culturas islámica, celta o egipcia, que ha ido estudiando en sus múltiples viajes. 

Aunque pueda parecer osado, se ha afirmado que todo parece valer en la pintura actual. Las sociedades occidentales -u occidentalizadas- de hoy en día han llegado a un punto en el que toda reivindicación, por feroz que sea, casi no sorprende ni choca al público. Así, conceptos como abstracción y objeción ya fueron ampliamente superados en épocas precedentes, quedando relegados a una posición secundaria. La innovación y la experimentación son conceptos primordiales por lo que se refiere al arte último de nuestros días.

Partiendo del Op art y del minimalismo, los artistas Ross Bleckner, y sus acólitos Peter Halley y Philip Taaffe, se acercaron a la abstracción renunciando sin embargo a la idea de que la renovación constante de la pintura sea necesaria.

Dentro de una corriente llamada" apropiacionismo" cabría incluir la obra de Richard Prince y Robert Longo. Hasta finales de la década de 1980, Prince basa sus series más conocidas en imágenes publicitarias, intentándolas dotar de realidad, llegando en algunos momentos a ser hiperrealistas. Para ello usa la llamada técnica de la refotografía, es decir, tomar una foto de una foto.

En Italia, sobresale el trabajo del artista pintor Ugo Postal, quien desde el más estricto sentido irónico y optimista ha hecho una revisión del futurismo de las vanguardias. Para él, la máquina no supone una vía de escape, sino tan sólo un objeto aprovechable artísticamente.

Cruces en una instalación de Richard Longo, expuesta en el Corderie dell'Arsenale (47 Bienal de Venecia de 1997). 


Noma o El círculo de los conceptualistas moscovitas de llya Kabakov (Kunsthalle, Hamburgo). Esta instalación de 1993, como otras de sus obras, está marcada por la observación de los ciudadanos bajo el régimen comunista, del cual fue un disidente. Como artista conceptual, sus creaciones nacen de la observación social y se insertan en el movimiento activista que incita a los espectadores a una toma de posición. 

Es necesario mirar a los países surgidos de la antigua Unión Soviética y a China de manera diferente. En estos estados, los artistas se plantean las mismas preguntas que sus homólogos occidentales, pero tras ellas residen ciertos aspectos de crítica social y política, originados por la dureza de sus regimenes políticos. En este sentido se entiende que los pintores de este origen no otorguen tanta importancia al hecho artístico en sí. De esta manera, los países con raíces políticas comunistas han visto germinar un arte no-oficial, a la manera de un Caballo de Troya, que pretendía luchar contra el sistema desde el interior. En China, donde todavía hay un régimen político estricto, la ironía es la piedra de toque de su arte.

Entre algunos de los artistas más representativos de la antigua Unión Soviética cabe destacar la figura del ucraniano Ilya Kabakov, cuya obra tiene un marcado carácter narrativo, para cuya obtención se sirve de una técnica naturalista. Durante el período comunista su intención era reflejar el estilo de vida de la sociedad; mientras que hoy día, tanto en sus pinturas como en sus instalaciones, pretende poner de manifiesto la fragilidad de la cultura contemporánea.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

El arte tras la postmodernidad

El final de siglo XX no ha ofrecido a los historiadores del arte la base suficiente para poder catalogar de manera somera las obras de los distintos artistas en escuelas o tendencias marcadamente diferenciadas las unas de las otras. En consecuencia, el sistema de clasificaciones clásicas no puede ser extrapolado al momento actual. De esta manera, la producción de los creadores de los últimos quince años debe ser estudiada de forma independiente, si bien determinadas piezas de alguno de los artistas actuales pueden presentar concomitancias en ciertos aspectos del acto creativo, en especial por lo que se refiere a la pintura.

La década de 1990 ha legado multitud de autores, cuyas obras a menudo proponen estéticas muy variadas, ahondando así en la necesidad de elaborar un análisis específico casi para cada caso. La ausencia de directrices preestablecidas podría concebirse como la característica primordial de los últimos lustros del siglo XX y los primeros años del XXI. Por otra parte, los nuevos soportes tecnológicos y digitales, aparecidos a lo largo de las últimas décadas del siglo XX -tales como el video, la televisión, el ordenador e Internet-; así como el perfeccionamiento de otros medios algo más antiguos -como la fotografía o todo lo referente al mundo del audio-, han tenido un peso cada vez mayor en la configuración de las tendencias actuales. La democratización en el acceso a los mencionados nuevos medios y la prolífica experimentación en el terreno de la informática, han permitido la introducción de nuevas posibilidades expresivas en el campo de las artes.

Barbie loves Ken, Ken loves Barbie de 

Ghada Amer (Museo de Arte, lndianá-
polis). La famosa pareja de muñecos, 
Barbie y Ken están representados aquí
por su indumentaria. La obra está reali-
zada con un bordado sobre lienzo. 
El fácil acercamiento a Internet por parte de los usuarios de todo el planeta ha puesto al alcance de cualquier persona la opción de acceder a una can tidad (aunque no siempre calidad) de información, que hasta muy poco antes se encontraba limitada; así como a una velocidad de obtención de la misma, inédita hasta el momento.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Entre la uniformidad y la reivindicación individual

Todo lo dicho conlleva un enriquecimir.nto por lo que concierne a las fuentes de conocimiento y una popularización de sus recursos; por otro, no obstante, se corre el riesgo de caer en una uniformidad característica de estos tiempos de globalización. Curiosamente, buena parte de los creadores de estos últimos años han sabido evitar este peligro, consiguiendo configurar unas poéticas propias, las cuales -quizás por razones de proximidad cronológica-, impiden agruparlos en tendencias definidas y claramente diferenciadas. Finalmente, el hecho de que exista un fácil y veloz acceso a la información gracias a la tecnología ha ocasionado que las sucesivas modas se sucedan a una velocidad, si cabe, aún más vertiginosa.

Otro factor que hay que tener en cuenta, al estar también en relación con el mundo de posibilidades que ofrece Internet, es que, a la referencialidad propia de la postrnodemidad, en la actualidad se suma la de un eclecticismo de mayores dimensiones, en el que todo parece ser válido y donde las citaciones se multiplican hasta el infinito.

Así, aparte del cometido jugado por el ámbito de la informática, y la recuperación de los soportes tradicionales, hay que subrayar la presencia de la fotografía, y la creciente apreciación que está teniendo por parte de especialistas, museos y galerías, así como del público.

Sin título de Gerhard Merz expuesta en 1992 en la Documenta IX (Kassel). El autor cree en un arte eterno y pretende llevar al extremo la claridad formal de la obra. Las raíces de su trabajo derivan de ese formalismo y de la búsqueda de la causa que caracteriza la objetividad. A partir de 1990 realiza una síntesis entre pintura y arquitectura, desarrollando la "Archipintura", que fue la denominación que se le dio a su resultado. Los puntos culminantes de su carrera fueron la exposición que da en 1992 en Documenta (Kassel, Alemania), y su presentación, junto a Katharina Sieverding, en 1997 en el pabellón alemán de la Biennale de Venecia. 

El ser humano y sus habilidades cognitivas están en el centro del universo del arte último. Muchas de las experimentaciones de los creadores actuales se concentran en este tema, intentando ir más allá de lo que la tradición y todo lo que otros artistas anteriores a ellos pretendieron lograr. En este sentido, el peso que juega la libertad de expresión de los nuevos tiempos es fundamental, concibiendo el cuerpo y la psique del hombre de forma tan ilimitada como las distintas sociedades lo permiten.

Por otra parte, las reivindicaciones de género han encontrado una feliz era para poder seguir desarrollando algunos de los presupuestos que se generaron desde finales de la década de 1960 y principios de la de 1970. La fotografía, así, ha resultado una herramienta muy eficaz porque ilustra con verismo la imagen del cuerpo humano en una era de transformaciones (entre ellas, las concernientes al hombre mismo, tales como la cirugía estética, cuestiones de orientación e identidad sexual, etc.).

Oh, Charley, Charley, Charley de Charles Ray, obra exhibida en 1992 en la Documenta IX (Kassel). Este autor es uno de los más importantes del ambiente artístico de la década de 1990. Sus trabajos exploran la volatilidad del momento y la incertidumbre del ser. Los mismos giran sobre el surrealismo, lo ordinario en lo extraño. Mediante trabajos minimalistas, abstractos, y figurados, Ray explora la autenticidad y el significado de la representación.

Los nuevos soportes se han convertido en la base esencial del lenguaje expresivo artístico contemporáneo. En este sentido, los soportes" físicos" tradicionales han dejado de ser omnipresentes, dando paso a una nueva apuesta menos material. En otras palabras, una buena parte de la producción actual se presenta como videoarte o arte multimedia, en el que el soporte tiene una función alternativa. Lo importante reside en la creación del artista, y en lo que el espectador percibe mediante sus sentidos, más que en el objeto físico. Así, el arte existe en un universo menos palpable, estableciendo una relación cognitiva entre creador y espectador. En ésta, se produce una punción de los sentimientos del visualizador, que responde al estímulo de la creación artística mediante un poderoso feedback. Por ello, las obras contemporáneas suelen apelar a la empatía del espectador, siendo éste quien determine la inclusión del creador en el star-system del arte, aunque, a pesar de su supuesta liberalización, éste sigue subyugado a las decisiones de los galeristas y de ciertos ámbitos gubernamentales relacionados con la esfera de la cultura.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Videocreación, multimedia y otras tecnologías

Durante el período postmoderno se desmoronó el pensamiento anterior y se preparó el camino para un orden diferente de organización social del arte, el cual promovía importantes avances en el conocimiento y la cultura. La década de 1990 consolidó una serie de estructuras para el intercambio de información e ideas, que quedó reflejado también en las prácticas artísticas. Por otra parte, gracias a las nuevas tecnologías informáticas y su desarrollo en lo que a conectividad se refiere, se propició una globalización mundial mediante la difusión de Internet. Todo esto revirtió en la creación de comunidades de artistas "en línea", que intercambian sus propuestas mediante la red, dándose a conocer más fácilmente que en períodos anteriores. El desarrollo postmoderno ha representado tanto una categoría histórica como cultural, llena de paradojas, contradicciones e interpretaciones divergentes.

El videoarte, después de su boom en la década de 1970, empezó un sendero de declive a principios de la siguiente, debido al agotamiento y la sobreexplotación del soporte. Sin embargo, la estandarización de los sistemas de video casero (el VHS), supuso una democratización de esta vertiente artística, debido al bajo coste del material y a su fácil acceso para los creadores, cosa que permitió un resurgimiento de la videocreación. Durante la segunda mitad de la de 1980, tanto los videos musicales como los programas televisivos, tuvieron un peso determinante en la estética del videoarte.

Marching man de Bruce Nauman. (Kunsthalle, Hamburgo). Es uno de los autores más importantes en el campo de la videocreación. Obra de 1985, en sus inicios ejecutó experiencias corporales registradas en video, y posteriormente, a partir de la · década de 1980, renovó la temática. Procede a integrar video y elementos escultóricos en sus creaciones, buscando traspasar los límites de un arte bi o tridimensional. 

Bruce Nauman es uno de los artífices más relevantes del campo de la videocreación. En la década de 1980 reanudó su trabajo tras más de di~z años inactivo en este ámbito. Si bien su obra goza de una gran variedad y riqueza, se puede hablar de una línea general común a la mayor parte de sus trabajos. Entre sus obras más destacadas cabe mencionar Clown Torture (Dark & Stormy Night with Laughter) de 1987, Coffe Spilled and Balloon Dog de 1993 y World Peace de 1996. Recientemente ha creado la instalación Raw Materials para la Tate Modern de Londres (2004).

Bill Viola es poseedor de una larga carrera en el mundo de la videocreación. Sin embargo es uno de los pocos artistas que se ha mantenido al margen de la edición y realización con los nuevos sistemas informáticos de tratamiento de la imagen, siendo sus creaciones prácticamente videos en estado puro. Su obra gira entorno al ciclo de la vida, centrándose básicamente en los aspectos del nacimiento y la muerte, así como en las expresiones y los estados emocionales. Entre sus creaciones más conocidas se hallan Nantes Triptych (1992), en que mediante tres proyecciones se aprecian tres estados de la vida; y The Quintet Series (2000) en la que cinco actores ejecutan diversas expresiones que se tornan irreconocibles mediante el uso del slow-motion.

A finales de la década de 1980 y principios de la de 1990 se impuso con fuerza la experimentación artística en el área de la realidad virtual, conseguida mediante procesos informáticos. Uno de los pioneros fue Jeffrey Shaw, quien en colaboración con Dirk Groeneveld, creó en 1989 The Legible City, que consistía en una instalación interactiva por ordenador, en la que el usuario podía realizar un paseo virtual sobre una bicicleta estática, a través de un mundo paralelo formado por frases y palabras.

The quintet of the silent de Bill Viola (Museum of Art, lndianápolis). El autor es uno de los pioneros del uso del video y uno de los pocos artistas que se ha mantenido al margen de la edición y realización con los nuevos sistemas informáticos y de tratamiento de imagen. Se interesa por el video y la música experimental a partir de la década de 1970, buscando la interrelación de las imágenes con la memoria del espectador, con la intención siempre de activar el pensamiento. "El video es parte de mi cuerpo; es intuitivo e inconsciente", dice el autor.

El artista Stelious Arcadiou, "Stelarc", explora la influencia de la tecnología sobre el cuerpo humano, partiendo de la base que éste es genéticamente imperfecto y que debe rediseñarse mediante elementos electromecánicos para convertirse en una especie de cyborg, apto para la vida en una sociedad informatizada. Muestra de este pensamiento son los artilugios The Third Hand, Automated Arm y Amplifted body, los cuales utiliza en sus performaces, como prolongación de su cuerpo. En Stomach Sculpture (1993) filma una endoscopia de los intestinos y el estómago.

En territorio español, los artistas que trabajan en el campo de la videocreación se centran en la crítica política y social. La producción de Antoni Muntadas trata de poner de manifiesto el control que ejercen los medios sobre la población, y cómo éstos detentan y filtran la información que recibimos. En The File Room (1995) se cuestiona sobre la censura y las relaciones de poder inherentes a la sociedad. Por su parte, Eugenia Balcells experimenta con video y música, creando un universo muy personal los límites del cual se fijan entre el mundo exterior y la subjetividad del ser humano. Francesc Torres en su producción invita al espectador a interactuar con la obra mediante su pensamiento, siendo su carrera artística merecedora del Premio Nacional de Bellas Artes de la Generalitat de Cataluña en 1991.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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